Cristalizada en la superficie del agua, cosechada artesanalmente y secada por el sol y el viento.
Un proceso efímero producido por la naturaleza que le confiere a la flor de sal de Menorca de un extraordinario y sabor único.
SÓLO EL MAR, EL SOL Y EL VIENTO.
SAL ES EL SABOR DEL MAR
La Flor de Sal de Menorca, con una ligera y frágil cristalización marcada por la salinidad del agua del mar, el sol y el viento, requiere de una especial destreza para su recolección antes que las láminas de sal se depositen en el fondo de las balsas.
COSECHADO A MANO EN LAS ULTIMAS SALINAS DE MENORCA.
SECADAS POR EL SOL Y EL VIENTO.
UN SABOR PURO Y MÁGICO DESDE 1853.